La influencia del inconsciente en el Tarot

La influencia del inconsciente en el Tarot

Estudiando a profundidad el Tarot y algunas otras ramas del esoterismo, encontramos una fuerte decadencia hacia la abstracción psicológica del ser. Más allá de los sentidos, la percepción subjetiva y toda aquella información adquirida de manera empírica a lo largo de nuestra vida, encontramos estudios que explican a profundidad que muchos aspectos de la mente humana radican alrededor de patrones psicológicos y percepciones adquiridas por nuestra especie a lo largo de nuestra existencia.

El famoso psicólogo y psiquiatra Carl G. Jung, siendo uno de los precursores más importante del psicoanálisis, explica que muchas de las características psicológicas y el comportamiento del ser humano provienen directamente de lo que él llamó “El Inconsciente Colectivo”, el cual está en parte constituido por los llamados Arquetipos de la Consciencia. Ahora bien, ¿Qué tiene que ver todo esto con el Tarot, la adivinación y el misticismo?

Inicialmente entendemos que el Tarot es una representación simbólica de aspectos psicológicos y procesos intrínsecos del ser. Dependiendo del lector, la lectura del tarot puede ser una u otra; pero sin embargo, no dista demasiado de su significado simbólico per sé. Jung decía que todos los seres humanos se mantienen bajo la influencia de estos arquetipos de la consciencia; ya que cada persona está condicionada por los roles sociales y personales que son atribuidos al momento de crecer y desarrollarse.

Jung explicaba que entonces, cada actitud, comportamiento, emoción y pensamiento puede estar condicionado por los arquetipos, ya que es algo que prevalece y moldea nuestra psiquis, lo que a su vez define un grupo limitado de decisiones que podemos tomar en base al rol que se nos fue otorgado, o que adquirimos voluntariamente. 

Teniendo todo esto en cuenta, practicar la lectura de Tarot nos ayuda a desarrollar nuestra capacidad de simbolizar y literalizar cualquier aspecto de nuestra vida, y con esto, a encontrar o desvelar diferentes sentidos de lo que suele parecer una idea simple e individual. Se abre la capacidad de adjudicar un significado diferente a la realidad en la que convivimos y al mismo tiempo, a desmaterializarnos de manera psicológica para entender que la vida posee muchos más significados de los que entendemos gracias a nuestras percepciones físicas.

El Tarot, a su vez, es una ventana al entendimiento intrínseco del inconsciente; lo que nos lleva a descubrir todo tipo de patrones de vida en cualquier lectura para dictaminar un posible nuevo paso futuro (en el caso de la adivinación por este medio). Es por ello que muchas personas que usan el Tarot obtienen la sensación de adivinar con precisión lo que les depara el futuro. No porque realmente puedan ver el futuro de manera literal, sino porque son capaces de entender el patrón que una situación o vivencia ha desencadenado hasta el momento presente y finalmente deducir el siguiente paso. Un ejemplo simple de esto puede ser que veas a alguien contando del uno al veinte de dos en dos números; y cuando esta persona llega al número doce, tú eres capaz de saber con seguridad que el número que continúa es el catorce. No por adivinación, sino por una serie de patrones que el sujeto ha seguido.
Por supuesto, combinando esta línea de percepciones con los arquetipos de Jung, podemos desvelar una gran cantidad de sucesos, comportamientos y, dependiendo del caso, situaciones fortuitas que se nos pueden presentar y que, por supuesto, deseamos aprovechar. Es por esta razón que es lógico que el Tarot funcione tan bien al momento de trabajarlo con los signos zodiacales (que no son más que otra forma arquetípica de percibir al ser).

No dejes de practicar el Tarot. Es una herramienta muchas veces incomprendida, pero al mismo tiempo indispensable para desarrollar capacidades cognitivas fuera de la consciencia. Es una forma de entender tu inconsciente de manera profunda y extraer conocimientos valiosos que te servirán como una poderosa herramienta para enfrentar el futuro, el presente e incluso el pasado.