En una interpretación de las cartas del Tarot, la intuición tiene un papel fundamental. Cuando empezamos a estudiar Tarot, nos centramos en el significado de cada carta, qué dibujos representan esa carta, colores, y símbolos que hay en ellas. Pero cuando vamos avanzando en este mundo del Tarot, la intuición va tomando su posición por su gran importancia.
No todo son definiciones, dibujos y colores, tampoco el mensaje literal de una combinación de dos cartas que salen juntas en la tirada; cuando estamos haciendo una tirada hay que mirar carta por carta, pero también el conjunto de todas ellas para que nos lancen un mensaje que responda a las inquietudes del consultante de Tarot. La intuición, ese mensaje que viene a la mente como deducción es muy importante, y será lo que defina a una tirada de cartas como de gran calidad y de gran ayuda.
Cuando tengamos delante las cartas en una tirada para responder una pregunta, es buena idea tener un papel al lado y un bolígrafo para apuntar todo lo que nos viene a la mente mientras miramos las cartas.
Todos los pensamientos son válidos e importantes, y deben ser apuntados aunque, en un principio, parezcan inconexos y carentes de significado.
En el papel apuntaremos ideas, mensajes, percepciones, y también sensación que tengamos una vez hecha la tirada. Si el consultante nos hace una pregunta, y las cartas parece no darnos un mensaje claro, pude que nos venga la sensación de que la persona que está realizando la consulta no esté siendo totalmente sincera consigo misma y con nosotros. Las personas muchas veces nos engañamos para no sufrir con la realidad y el Tarot puede dar una respuesta que no guste, por eso se puede estar ocultando datos o se puede estar dando de manera confusa. Por todo esto, la intuición puede lanzarnos pistas sobre esto y así podremos ayudar mejor al consultante pidiéndole todos los datos y que sean reales.
Mejor escribir a mano lo que pensamos y sentimos, al hacerlo con una tecnología, el grado de concentración y fluidez no será el mismo, y por lo tanto no tendremos todos los detalles de lo que la intuición quiere rebelarnos.
Si no confiamos en la intuición, los mensajes que trata de transmitirnos perderán fuerza e incluso desaparecerán.
Cuidado, tampoco confundamos escuchar nuestra intuición, con ceder a nuestros miedos. Un ejemplo de esto puede ser al hacer un viaje. Puede que tengamos muchas ganas de hacer un viaje a un país lejano, pero sintamos temor porque es una cultura diferente y está muy lejos de nuestro hogar. En esta situación seguro que tendríamos una voz interior recordándonos todo lo que puede salir mal, pero esto no es la intuición avisándonos de nada, sino que es un temor que quiere protegernos de cualquier peligro.
Hay muchos elementos que pueden distraernos de lo realmente importante, que son las cartas del Tarot, por eso debemos alejar todo lo que pueda distraer nuestra atención como pueden ser móviles, televisores, o elementos sobre la mesa que no tienen nada que ver con las cartas.
Tampoco debemos sumergirnos en nuestra mente y aislarnos totalmente de todo, y es que la persona puede darnos datos relevantes que acompañen a la lectura y poder así realizar una buena lectura de Tarot.
Antes comentaba algo muy importante, y es que la lectura de Tarot debe hacerse en un espacio que nos invite a la reflexión y a una buena conversación con el consultante, o con nosotros si la tirada es para nuestras inquietudes.
En la mesa, con el tapete encima, lo mejor es hacernos nuestro propio altar, y en un próximo artículo, ya hablaremos sobre cómo hacer u altar para realizar las tiradas protegidos y con las energías totalmente limpias.
En resumen, sobre el tapete solo tendremos las cartas y nuestro altar, todo lo demás sobre y solo hará que perdamos la concentración.
Una mente inquieta no puede interpretar bien las cartas y escuchar su intuición. El Tarot no es solo el momento de la tirada de cartas, es un estilo de vida, y cuando no estemos interpretando las cartas nuestra vida debe tener la suficiente calidad para estar preparado para el momento de la consulta.
La meditación es un método increíble para serenar la mente, y que esta deje de rumiar con pensamientos que no van a llevar a ninguna parte. La meditación no es para dejar la mente en blanco, lo que es imposible, sino para que nuestros pensamientos sin control no la dominen y nos lleve a situación negativas.
Con la meditación, la intuición tendrá el camino abierto para transmitirnos todo lo que necesitemos saber.