He escuchado infinidad de veces a personas que tienen mucha curiosidad por el Tarot, pero les da miedo que puedan salirle “malas cartas”. Este temor puede que sea también de los tarotistas por no haber sabido explicar bien en qué consiste el Tarot, y cómo se pueden aprovechar esas cartas para cambiarlas y que provoquen un cambio positivo en nuestras vidas. 

El Tarot nunca nos va a perjudicar, está para ayudarnos a comprendernos a nosotros mismos y al mundo, por eso no hay que tenerle miedo a lo que nos pueda decir en una tirada. El tarotista debe saber leer bien el mensaje que nos transmiten las cartas y, además, también explicarle al consultante que eso puede cambiar, que el libre albedrío existe, y que podemos cambiar el futuro si hacemos los cambios necesarios. 

También debemos aceptar que no todo en nuestro camino va a ser positivo, hemos venido a esta vida a aprender, a que nuestra alma evolucione y consiga esa evolución que buscaba cuando encarnó.

Como fiel reflejo de las distintas fases de nuestra vida, las cartas reflejan lo que puede pasar. El camino de la vida está lleno de obstáculos, de vivencias negativas, de golpes duros esperados y sin esperar, y el Tarot no hace más que reflejar la realidad de lo que puede pasar en el camino de la vida. No debemos olvidar, que la vida es una dualidad, y que para que haya bueno, debe haber malo.

Unas cartas realmente negativas, son por ejemplo La Torre, La Muerte, El Diablo, el 3 de Espadas, el 10 de Espadas. Pero también puede convertirse en una carta negativa para el consultante, cualquier carta que le diga que lo que él o ella desea, no va a ocurrir, pero debemos ser conscientes de que eso puede ser mal en un momento concreto, para convertirse en algo muy positivo más adelante. Podemos poner como ejemplo una relación que no nos hace bien, y que la predicción es que los caminos se separan. En un primer momento puede parecer algo negativo, triste, pero más adelante puede conocer a una pareja que realmente le haga feliz y acabar siendo una predicción muy buena.

¿Estás preparado para que vas a consultar?

A veces nos puede más la curiosidad que la precaución, y eso puede traernos consecuencias negativas después de la consulta. Cuando le hacemos una pregunta al Tarot o, si eres tarotista, alguien te hace una pregunta para que le hagas una tirada de cartas, hay que estar seguro que la persona que pregunta debe estar preparada para recibir una respuesta que quizá no le guste. El amor, el trabajo, la salud, son temas muy importantes en la vida de las personas, y quizá el mensaje no sea positivo, por eso hay que mentalizarse que cuando se le pregunta por estos temas a las cartas, saldrá la realidad, y esta es a veces negativa.

¿Cuál es la mejor actitud ante una tirada?

Cuando estamos ante un tarotista, y le formulamos una pregunta sobre lo que nos inquieta, para que el Tarot nos diga todo lo posible sobre ese asunto, la mejor actitud es la del aprendizaje. Cuando nos enfrentamos a cualquier tipo de problema ya sea de amor, de trabajo, o de lo que sea, es un aprendizaje que se nos presenta en el camino de la vida, algo que nuestra alma necesita experimentar para aprender sobre esa actitud. Por esto, no es bueno encarar los acontecimientos con miedo o con ira, sino con curiosidad y actitud resiliente, para poder sobrellevarla de la mejor manera, pero también hay que estar atento para saber cómo podemos cambiar lo que tenemos y dirigirlo hacia la dirección que nosotros queremos. Como ya decía antes, no todo está sentenciado, hay muchas cosas que podemos cambiar gracias a nuestro libre albedrío, y pensar en nuevas opciones pueden solucionar o al menos, reducir la parte negativa.

Recordemos siempre, que el Tarot está para ayudarnos.