¿Realmente puedes adivinar tu futuro en el amor con el Tarot?
La respuesta en términos simples es sí, si se puede conocer el futuro. Pero seguramente no es como piensas. Cuando hablamos de Tarot, las personas generalmente piensan que al echar las cartas se abre algún tipo de portal místico de adivinación donde el lector es capaz de ver con máximo detalle todas y cada una de las cosas que sucederán en el futuro. La realidad es que no es tan simple como muchas veces se hace entender en las películas.
Adivinar el futuro en el amor por medio del tarot requiere mucha práctica y profundo entendimiento de las relaciones interpersonales. Recordemos que en otros artículos anteriores hemos hablado de que la adivinación por medio del tarot tiene mucho más que ver con el entendimiento del inconsciente, que con prácticas inexplicablemente mágicas.
El amor puede ser complicado de leer en el tarot
La magia y la adivinación están atadas a la consciencia y la inconsciencia del ser humano. Adivinar el futuro amoroso por medio del tarot no es la excepción; es necesario establecer una fuerte conexión con tu inconsciente y estar atento o atenta a cualquier mínima señal que exista en el momento de tirar las cartas. Las cartas por sí mismas te darán muchas señales, algunas con significados que no parecen tener que ver con las otras, pero la mayoría suelen ser evidentes enlaces dependiendo de tu flujo de ideas y percepciones; es por ello que se recomienda practicar la meditación constantemente para desarrollar la perspicacia.
Si eres practicante de la lectura de tarot y deseas saber qué te depara el futuro con respecto al amor, tienes que tener algunas cosas en cuenta.
Enfoca tus sentidos y tu mente
Inicialmente, debes entender y desarrollar lo que sientes con respecto al tema del amor. Ya que si estás desesperado por encontrar a otra alma que te ame, muy probablemente tu lectura esté condicionada por aquello que sientes. En estas ocasiones, lo mejor que puedes hacer es encontrar a otra persona que te ayude a leer el tarot, ya que tu inconsciente está condicionado por las emociones y la desesperación de encontrar a otra persona que te ame.
Ahora bien, ¿Qué pasa si eres capaz de mantener la mente serena? ¿Puedes realizar una tirada de cartas de tarot con respecto al amor? Primero debes responder una pregunta, y debes ser muy sincero contigo mismo: “¿Esto que siento es desesperación disfrazada, o es mera curiosidad?”. Si la respuesta es mera curiosidad, entonces puedes realizar tu tirada sin preocuparte por tu inconsciente.
Generalmente estas preguntas suelen ser engañosas, pero cuando se trata del amor, la mente intenta hacer de las suyas para engañar a tu voluntad y hacerte creer que estás listo para recibir una respuesta, cuando claramente no lo estás. De igual manera, si no estás completamente seguro o segura de lo que sientes, siempre puedes acudir a algún conocido para realizar la lectura.
Para obtener una buena respuesta, debes saber preguntar
Estas lecturas también dependen mucho de tus creencias sobre la vida. Si eres una persona que cree plenamente en el destino, probablemente los resultados que recibas de tu lectura sean diferentes a los que recibirías si piensas que el libre albedrío reina en tu vida, en tus decisiones y en tu futuro. Recuerda que mientras más específicas sean tus preguntas, será mucho más fácil leer un mensaje más claro en la lectura de tarot. El amor suele ser complicado desde muchos puntos de vista, sin mencionar que el lenguaje y el significado del mismo suele ser diferente para todas las personas, ya que este surge dependiendo de las experiencias pasadas y lo que se nos ha enseñado desde niños.
Definitivamente puedes encontrar respuestas en el tarot sobre el amor, pero lo más importante no es lo que leas en las cartas, si no cómo las leas y todas aquellas pequeñas circunstancias adicionales que puedan condicionar la lectura y sus percepciones. Somos seres humanos, y por más que permanezcamos en un camino espiritual, no debemos olvidar que nuestro principio material también interfiere en nuestra vida y en cómo la percibimos.