Tiempo que abarca lo consultado en el Tarot

Es la pregunta habitual que se hacen las personas que acuden a una tirada de cartas del Tarot.

Como en todo, no se puede dar una respuesta rotunda a esa pregunta. Cuando se quiere saber algo sobre un tema concreto, la impaciencia es normal y se espera que lo que las cartas han dicho se cumpla rápidamente, si es bueno claro. Cuando el Tarot nos avisa de un revés en nuestra vida, es todo lo contrario, ya que esperamos que tarde en venir para poder estar preparados para lo que viene.

Predicciones en temas generales

La fuerza de las energías que intervienen en nuestra vida serán las que hagan acortar o alargar el tiempo que tardarán en desencadenar los diferentes sucesos que avisaba el Tarot. Lo normal es que la predicción se cumpla en un plazo que va de los tres a los seis meses.

Hay que tener en cuenta algo muy importante, y es que cuando recibimos el mensaje de las cartas del Tarot, nosotros ponemos la atención en un tema y nos enfocamos en prevenir o solucionar lo que las cartas nos avisa. Por ejemplo, si nos dice que tendremos problemas de salud porque llevamos un tipo de vida poco saludable, en el que la dieta no se cuida, se abusa del alcohol, y no se le da importancia al descanso por las noches, y el consultando pone remedio a todo esto, puede que vengan consecuencias de lo hecho pero serán menores de lo avisado, o quizá tarde mucho más en cumplirse la predicción porque se ha reaccionado a tiempo y la salud ha mejorado mucho.

Influencia del Tarotista

Un buen tarotista no pretende que todo lo que él lee en las cartas se cumpla, sino que su intención es ayudar al consultante para que disfrute de la parte positiva de la predicción, y prevenir de la parte negativa. Por todo esto, y al hilo de lo explicado más arriba, se hará hincapié en lo que no le lleva por buen camino para que busque otras opciones más positivas para el interesado. También añadir que, aunque se avise a alguien, tanto en lo bueno como en lo malo, no se puede obsesionar con la predicción, tiene que seguir haciendo uso de su libre albedrío dejar que sea el destino el que diga cómo va a ser el camino de la vida. La conclusión es: prevenir sí, obsesionarse no.