El Loco y el Emperador son cartas del Tarot situadas en los extremos opuestos. Esta combinación nos puede estar hablando de equilibrio, de atreverse a actuar pero a hacerlo reflexionando primero. Cuando viene a la mente la idea de dar el paso, está bien porque la vida es recorrer un camino en el que no es positivo quedarse parado, pero esta acción tiene que ser fruto de la reflexión, meditando sobre lo positivo y lo negativo de lo que se pretende hacer.
El Loco es impulsivo, acción acompañada de despreocupación. El Emperador también es acción pero después de hacer una profunda reflexión, además de que le acompaña el poder de la influencia sobre los que le rodean, algo que El Loco no tiene.
Actuar sin pensar es propio, entre otros motivos. de personas que han perdido el equilibrio por algún motivo, o porque no han madurado lo suficiente y se han quedado atrapados en la etapa infantil. Siempre hay que aceptar que la acción es buena, no podemos condenar el mensaje que nos trae El Loco, que nos saca del inmovilismo, pero para que la acción nos lleve a un objetivo positivo tiene que ir acompañada de una buena planificación meditada. Aquí es donde El Emperador entra en esta combinación para traer sensatez y compensar el desequilibrio y controlar así un poco más la vida del consultante.
Esta combinación puede reclamar sensatez a la acción, o puede estar definiendo a una persona que ha alcanzado el equilibrio y sabe moverse por el camino de la vida de una forma compensada sin caer en el impulso, alguien que sabe mantenerse al margen del “qué dirán”.
Según la posición de esta combinación también nos puede hablar de alguien que se encuentra a gusto en la comodidad, en lo planeado, de alguien que disfruta de cierto control sobre su vida y no quiere que todo esto cambie.